“El amor no duele, lo que duele es rogar cariño”

como diferenciar amor real de dependencia emocional


Nos enseñaron a aguantar, a justificar, a quedarnos “porque el amor todo lo puede”. Pero no te dijeron que hay algo que el amor sano nunca debería hacer: doler.
Lo que duele no es amar. Lo que duele es rogar presencia, atención, palabras bonitas… como si fuera un premio, no un derecho.


Te quedas esperando a que cambie, a que te valore, a que un día te vea como tú lo ves a él.
Vas apagando tu intuición, dudando de ti, justificando su frialdad con frases como “es su manera de amar”.
No, eso no es amor. Es costumbre. Es miedo. Es apego. Es creer que si te esfuerzas más, al fin te dará lo que siempre has merecido sin tener que mendigarlo

Amar no debería ser un esfuerzo constante por ser suficiente.
No deberías sentir que haces castings diarios para seguir siendo elegida.
No deberías normalizar lo que te rompe por miedo a estar sola.

El amor real no es perfecto, pero sí es constante.
Y cuando llega, no hace ruido, no te tiene llorando por las esquinas ni dudando de tu valor.
Te da paz. Te da presencia. Te da certeza.


No es que el amor duela.
Lo que duele es quedarte donde no te aman como mereces.
Y cuando entiendes eso, empiezas a soltar lo que te hace daño… aunque aún lo quieras.


¿Te has visto rogando lo básico? ¿Te has sentido invisible en nombre del “amor”?
Cuéntame lo que más te ha resonado o mándaselo a esa amiga que necesita escuchar que ya es suficiente tal como es. 💔❤️

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